Hola, ¿cómo estás? Me llamo Jesús, y me dedico a la psicología, bueno, eso ya lo sabes, estás en esta página web probablemente porque es lo que necesitas.                                     

Hace un tiempo que trabajo en esto, y creo que sigue siendo difícil para muchas personas pedir el acompañamiento psicológico. Quizás porque da miedo, o porque no sienten esperanza de que les vaya a ayudar o tal vez porque les resulta poco accesible. ¿Te pasa a ti algo de esto?

Si, puede ser difícil sobre todo dar el primer paso.

Cuando eres pequeño es un poco diferente, ya que te llevan al psicólogo/a lo elijas tu o no y no sabes muy bien que pasa. A mí me llevaron, y aprendí mucho. Vivir el bullying y poder llegar a sobreponerme a aquello fue algo que me permitió ver que el cambio es posible y también seguir avanzando.

Quizás aquí empezó mi idea de ser psicólogo. De más pequeño, lo que más recuerdo que quería ser era inventor y científico. Me encantaban las series de dibujos y las de acción real en las que se inventaba algún robot como Mazinguer Z y o algún coche como Kit el Coche Fantástico y como resolvían las situaciones complicadas de cada capítulo. Estarás pensando; “este se está poniendo nostálgico y yo ni siquiera conozco esas series”.

No importa si las conoces o no, aunque te las recomiendo de veras. Lo que quiero decirte es que hasta que no pasó un tiempo, no supe que quería dedicarme a la psicología, ya, apuntaba maneras también, claro, y es que se me daba muy bien escuchar y acompañar a mi gente en situaciones difíciles.

Así que a la carrera de cabeza. Me quedé en San Sebastián estudiando, en la UPV y si lo preguntas, si, me hubiera encantado estudiar fuera, en otra ciudad. No pudo ser, y la verdad es que aquí me fue muy bien, sobretodo por las amistades que hice y que siguen en mi vida.

Verás, la carrera me dio una base teórica y una base “humana”, me refiero a cierto grado de madurez para relacionarme mejor con otras personas y conmigo mismo. Claro que como yo iba por la rama de clínica, si, esta en la que los psicólogos/as trabajamos con las personas a nivel de problemas y potencialidades de la salud mental, pues se me quedó corto en este sentido, me refiero a lo práctico.

Aunque en la carrera sucedieron dos cosas que me marcaron y me llevaron a especializarme. La primera fue que, por el segundo año de carrera, allá por 1998, a mi madre le detectaron un cáncer de colon, fue una época difícil para los cuatro de casa. Médicos, tratamientos, operación, y dudas, miedos e incertidumbre. Poco a poco se fue recuperando gracias a los tratamientos, y al apoyo que recibió del personal sanitario y de la familia.

Por mi parte aprendí a acompañar, cuidar, a respetar la vida y descubrir lo frágil que es y como cambia en un momento todo. Me pongo un poco filosófico, si, disculpa. Te sigo contando, aquí empezó mi especialización en el acompañamiento a personas que conviven con una enfermedad.

Adivina donde hice las prácticas de la universidad. Si, eso es, en la Asociación Española Contra el Cáncer de Guipúzcoa. Estuve tres meses oficialmente y me ofrecieron estar tres meses más. Esto fue en el 2001-2. Y aprendí muchísimo, gracias a las psicólogas que me orientaron y me enseñaron y gracias también a poder escuchar a las personas que convivían con un cáncer ya sus familiares. Me quedo de entonces con lo importante que es la comunicación con el personal sanitario, esas relaciones desde el respeto, la acogida y la presencia hacen la diferencia.

Por cierto, la historia de mi madre no acabó ahí, entre medias se recuperó del cáncer de colon y tuvo metástasis en el hígado. Uff, un mazazo para todos y vuelta a empezar. También se curó. Y lleva muchos años bien en este sentido.

“¿Por qué me cuentas esto?” pensarás, porque esas historias forman parte de mi vida, y cuando las recuerdo, o las comparto como aquí, sigo con esta idea de que la vida es “multihistoriada”.

“Pero ¿qué dices?” pensarás, pues eso que la vida la conforman diferentes historias y no una única historia como probablemente estás sintiendo.

Este concepto, lo aprendí con la Terapia Narrativa, y si, es una de mis más de siete, especializaciones en cuanto a trabajo terapéutico que he podido hacer en este tiempo, y es que ya he hecho veinte años desde que me gradué.

En medio me han pasado muchas cosas, seguro que como a ti, por lo que tu más que yo eres el/la experto/ta en tu vida. 

Que me lio, disculpa. Para yo llegar a donde estoy, para tu llegar a donde estás, han sucedido muchas cosas, hemos vivido muchas historias que conforman nuestra vida. Por eso podemos trabajar en terapia sobre esas historias preferidas, importantes para ti, que conforman tus valores, esperanzas, sueños y darles más presencia y recorrido.

Pero claro, esto no te lo puedo contar aquí, así, sin más, si lo podemos ver en terapia. También porque una de las cosas que puedes hacer es hacerme preguntas.

Volviendo a las historias, desde que acabé en 2002, he ido centrándome en aprender sobre maneras de acompañar en el duelo, en la perdida, en la enfermedad y en los cuidados al final de la vida. Vamos, muy en relación con estas experiencias tan difíciles en muchos momentos de la vida.

Y qué mas te cuento, pues nada por hoy, recuerda que puedes preguntarme siempre.